Aquellas empresas que comprendieron que los “tiempos están cambiando” fueron las primeras en proporcionarles a sus equipos respuestas a través de modificar su forma de trabajar y enseñarles nuevos procesos y procedimientos. Ocurrió con Ford, ocurre con Google y en cualquier Pyme que tenga claro que la evolución y adaptación en los negocios son continuos.
Las Pymes se enfrentan a una enorme demanda de nuevas soluciones, especialmente las que ofrecen servicios, ya sean sólos o acompañados de productos.
Para poder adaptarse a las nuevas demandas es importante replantearse el modelo de negocio para conseguir atraer a nuevos clientes y recuperar a los que ya se están yendo.
Este nuevo entorno conlleva un estudio, análisis y aprendizaje continuo de que es lo que quieren los clientes, que tipo de productos/servicios ofrecer, cómo llegar a los clientes, etc.
Las Pymes del mañana, o más bien del hoy eterno, deben validar su modelo de negocio continuamente porqué:
- El estudio de mercado es continuo
- El servicio y la experiencia del cliente está en continua valoración y mejora
- Los procesos, procedimientos y Know-How están en innovación continua
En definitiva, el modelo de trabajo tradicional de la gran mayoría de las Pymes debe abandonarse.
La pyme del mañana, os más bien del hoy eterno, debe convertirse en un lugar centrado en conseguir y aplicar conocimiento. Es una pyme focalizada en captar la máxima información posible de clientes, de nuevas técnicas de producción, de incorporación de herramientas, de innovación en productos/servicios, de kaizen, de lean, de design thinking, de canvas,… y todo ello dentro de la empresa.
Por ello si quieres ser una Pyme del mañana, hoy, debes rodearte de un equipo de profesionales internos que consigan el Know-How que les falta mediante profesionales externos y lo implanten en la empresa.